domingo, 12 de junio de 2011

Un castillo y un tigre que es un periodista

El tigre nos seguía por el palacio.
Era un periodista en la piel de un tigre malo muy cruel que no mataba.
El periodista político se metía a la pileta atrás nuestro haciéndose el que nos mataría.
Nosotros fingíamos la muerte para salvarnos.
Nos ahogábamos unos segundos hasta que el se calmaba.
Corrí mojado por el pasillo en busca de mi mochila y mi computadora, para poder escapar de Francia.
No me dejaban entrar al guardarropa hasta que enseñe a los empleados como se besaba y metia los dedos en el culo al mismo tiempo.
Alguien abrió la puerta y tuve que escapar por el baño en busca de mi felicidad que tenia que ver con un empapelado a rayas.