lunes, 19 de septiembre de 2011

Dormir de a dos

Lo raro es que me diera por escuchar canciones en francés.

No sonreía mucho, pero si pensaba mucho en la sonrisa.

El francés me completaba bastante.

Durante el resto del día, sentí su sabor en mi boca.

Y eso me dio asco y alegría

1 comentario:

santi dijo...

cuando dormís de a dos siempre sobre algún brazo